Con mantas y entre camas y sillas improvisadas, los pasajeros del vuelo V0 5000 se mantienen frente la aerolínea.
"Aquí comemos, dormimos y hasta nos medio bañamos desde el pasado 26 de mayo; incluso hay quienes llegaron un día antes para estar a tiempo para su vuelo, son siete días de penurias y no nos moveremos hasta llegar a nuestro destino", dijo a Sputnik uno de los pasajeros, Carlos Álvarez, de 33 años.
Estos pasajeros recorren a diario las instalaciones del aeropuerto de Maiquetía con pancartas colocadas en el pecho y la espalda.
"Es nuestra forma de protestar y ejercer presión, porque lo más triste es que nadie de la aerolínea nos da la cara, nadie nos da un argumento claro de qué ocurrió, por qué nos cancelaron el vuelo, por qué Conviasa no vuela a Argentina", dijo otra persona, Angie Soto.
La aerolínea, por su parte, publicó un comunicado en su página web en el que informa a los pasajeros que "debido a la suspensión temporal de las rutas" con Buenos Aires y Madrid fueron suspendidos temporalmente, y que reembolsaría el costo a quienes hubieran adquirido pasajes para viajar entre el 5 de mayo y 15 de junio.
"No queremos reembolso"
Sin embargo, los 69 pasajeros del vuelo del 26 de mayo que permanecen en el aeropuerto afirman que no aceptarán un reembolso.
"No queremos reembolso, muchos de los estamos aquí vendimos todo para irnos del país, tenemos la cita para sacar el DNI (documento nacional de identidad argentino) en Buenos Aires, tenemos ofertas laborales y queremos volar, y ya con lo que reembolsen no podemos comprar otro pasaje, todo aumentó", expuso Álvarez.
Entre los pasajeros hay nueve niños de entre dos y ocho años de edad que permanecen en el aeropuerto con sus padres.
"Es terrible, porque esto afecta a mi hijo y ni por el hecho de tener niños nos atienden; la aerolínea no se ha preocupado por darnos ni agua, mucho menos comida u hospedaje", dijo Marí Yánez, mientras intentaba calmar el llanto de su hijo de dos años.
La mujer, de 22 años, explicó que su caso es "complicado".
"Yo organicé todo porque decidí irme del país, y con mi liquidación y mis ahorros completé para mi boleto y el de mi hijo, incluso el anexo (habitación) en el que vivía lo entregué y no tengo donde dormir con mi bebé", dijo la joven.
La historia se repite entre muchos pasajeros del vuelo, que manifestaron a esta agencia que previo al viaje vendieron sus casas, negocios y vehículos y renunciaron a sus trabajos para irse del país.
"No quiero que me regresen el dinero, porque para obtener estos pasajes yo pague el doble por cada boleto y perdería mucho dinero porque la aerolínea no me va a reconocer el sobreprecio que pagué a la agencia", añadió Juan Balestrini, quien viaja con su esposa y sus tres hijos.
Información clara
Los afectados piden al presidente de Conviasa, Franklin Gil, que se reúna personalmente con ellos.
"Esto que nos están haciendo es terrible; lo mínimo que debería hacer (Gil) es darnos una explicación y una solución acorde con nuestras necesidades, pero nada que ver, algunos trabajadores han ofrecido cambiarnos el billete para Colombia, Panamá o Cuba, que son los destinos a los que vuela todos los días Conviasa, pero no es lo que queremos", dijo Jorge Meléndez, de 29 años.
El hombre también vendió muchas de sus pertenencias para dejar Venezuela atrás e ir a "buscar el sueño argentino", dijo.
Meléndez aseguró que el personal de Conviasa les ha dicho de manera informal que no viajarán porque al llegar a Argentina los deportarían, mientras otros empleados alegaron que la compañía no tiene permiso para volar, o que no se le permite aterrizar en Buenos Aires.
Pero "la verdad solo la saben ellos", sostuvo Angie Soto.
Hasta el momento, ni el Gobierno venezolano ni el argentino se han pronunciado sobre alguna situación irregular con los vuelos.
El 26 de mayo, fecha programada para el vuelo, había 117 pasajeros.
Ahora quedan 69, porque muchos desistieron o no pudieron permanecer en el aeropuerto por razones de salud.
Los problemas de cancelación de viajes comenzaron el 5 de mayo, y desde entonces la aerolínea ha reprogramado tres vuelos, por lo que los pasajeros del vuelo V0 5000 no pierden la esperanza de que ocurra lo mismo con ellos.
A este grupo se sumarán los pasajeros que adquirieron billetes para el vuelo del 2 de junio, que también fue cancelado.
Sputnik intentó contactar a los gerentes de Conviasa en el aeropuerto, pero ninguno de ellos atendió el pedido.
