En el contexto del inicio de la carrera internacional por la posesión de los recursos naturales del Ártico y el crecimiento de la presencia militar de la OTAN en las fronteras occidentales de Rusia, la Flota del Norte se ha convertido en un instrumento clave para garantizar los intereses de seguridad y económicos de Rusia, escribe el analista militar Andréi Kots para Sputnik.
El costo de la actualización
Antes de finales de 2017 serán entregadas para la explotación la fragata multipropósito de la zona del mar profundo Almirante Gorshkov y el gran buque anfibio Ivan Gren. Para el año 2020, se prevé la transferencia a la flota de una serie de nuevos buques para diversos fines. Sin embargo, entre ellos no habrá buques de superficie de primera fila (portaviones, cruceros, destructores).
El Ministerio de Defensa ha comentado repetidamente sus planes para la construcción de barcos de este tipo. En particular, se ha hablado mucho del portaviones nuclear Shtorm, un proyecto prometedor que podría reemplazar al portaviones pesado Almirante Kuznetsov. Sin embargo, en un futuro próximo el proyecto no podrá ser desarrollado debido a la complejidad y el costo de la construcción. Una situación similar tiene lugar con los destructores atómicos pesados del proyecto Lider.
Segunda juventud
La experiencia de su uso en combate en el Mediterráneo oriental reveló una serie de problemas con la operación de la planta de energía, los cables de parada y otros mecanismos. Además, está previsto sustituir la aviónica y las armas de radar, así como el sistema de aviación y de navegación.
Otro candidato para recibir una 'segunda juventud' será el buque insignia de la Flota del Norte, el crucero pesado nuclear del proyecto Orlan, Piotr Veliki. Se puso en marcha en 1988 y ya está obsoleto. Se espera que la modernización a gran escala de este gigante comience antes de 2020, cuando a la flota vuelva el Almirante Najímov.
La importancia de la Flota del Norte
"Hoy en día, la Flota del Norte empuja los límites de los posibles lanzamientos de misiles de crucero enemigos hacia Rusia varios cientos de kilómetros al norte de nuestras fronteras", destaca Murajovski.
Las fuerzas costeras de la Flota del Norte continúan recibiendo los sistemas antimisiles Bal y Bastion, los sistemas de misiles antiaéreos S-400, los medios de inteligencia radioelectrónica e hidroacústica. Por otra parte, el Ejército continúa restaurando las antiguas bases militares soviéticas del
Ártico y creando otras nuevas, como el famoso Trébol Ártico en la Tierra de Francisco José. En total, en la región se ha previsto poner en funcionamiento 13 campos de aviación para apoyar las naves de la flota con fuego en caso de un posible conflicto armado, concluye el autor.