Por primera vez, el misil fue presentado en el desfile militar en la capital de la nación asiática el mes pasado. Varios observadores sospechan que el cohete probado es el KN-17, que Pyongyang ya había lanzado varias veces en abril, pero sin éxito.
Corea del Norte mencionó, por su parte, que el arma dispone de capacidades antibuque. Las aletas sobre la ojiva indican, probablemente, que los militares norcoreanos están experimentando con la maniobrabilidad en la fase final de vuelo del cohete, según publica el medio The National Interest.
En el caso de que Pyongyang disponga realmente de estas tecnologías, sus misiles podrían evitar a los sistemas Patriot y THAAD, señala el artículo de National Interest.
Varios expertos consideran que el nuevo cohete norcoreano podría ser capaz de portar una carga explosiva más pesada en comparación con su predecesor, los misiles de la clase Scud. Por ahora se desconoce qué tipo de ojiva será instalada en el misil, nuclear o convencional.
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