Según esta información, los presos podrán recibir visitas dos veces al mes. El régimen de visitas se les había reducido a un día al mes.
Las dos principales peticiones de los presos, según el diario "Haaretz" eran una mayor frecuencia de visitas familiares y que se permitiera a los reclusos hablar con sus familias desde teléfonos públicos bajo supervisión.
Los presos que participaban en la huelga, que empezó hace un mes, fueron 1.578 en total, muchos de ellos vinculados al movimiento político Al Fatá, encabezado por el presidente palestino, Mahmud Abás.
La huelga de hambre concluyó justo con el inicio del Ramadán, el mes sagrado de ayuno musulmán, que empezó a la puesta del sol el viernes.
Según fuentes de la presidencia palestina, Abás habló sobre la huelga de hambre con el enviado especial de EEUU Jason Greenblatt y le pidió que interviniera para lograr una respuesta israelí.
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Abás señaló, según las mismas fuentes, que "la cuestión de los presos es sensible y difícil y queremos que los americanos intervengan de manera que podamos recibir respuestas de los israelíes respecto a su compromiso de cumplir con las demandas de los presos. No hay razón para rechazarlas porque son legítimas y humanas".