"Los micrometeoritos y el polvo cometario que caen en la superficie de la EEI podrían contener materia biogénica de origen extraterrestre en forma natural. Es un recolector fácilmente asequible y singular depositario de sustancia cometaria y, posiblemente, biomateriales alienígenas", dice una nota publicada en el sitio web de Roscosmos.
Además de materia biológica extraterrestre, en la superficie del laboratorio orbital también podrían haber microorganismos que hayan quedado tras el ensamblado y el lanzamiento de los módulos espaciales en la Tierra o aquellos que hayan migrado fuera desde los módulos habitables durante las operaciones de acoplamiento.
Sin embargo, resulta difícil realizar el análisis isotópico porque las muestras son muy pequeñas y el uso de los métodos estándar no da resultados rápidos.
Investigadores del Tsniimash están buscando una solución a este problema en el marco del experimento espacial Test y en cooperación con otros centros de estudios nacionales.
Lo que ya es obvio es que la EEI es una singular herramienta científica por su capacidad de recoger y almacenar en la superficie materia cometaria.