Las fuerzas especiales del Reino Unido, incapaces de controlar el flujo de yihadistas

© REUTERS / Andrew YatesPolicía de Mánchester, Reino Unido
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El creciente número de extremistas en el Reino Unido ha llevado a que las fuerzas de seguridad del país apenas cumplan sus tareas, informa el diario británico Daily Mail.

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El artículo señala que alrededor de 850 británicos se fueron al extranjero a luchar al lado de Daesh —grupo terrorista proscrito en Rusia y otros países—, que tomó el control de grandes extensiones en el territorio de Siria e Irak. A medida que el grupo terrorista va perdiendo sus posiciones, los extremistas con pasaportes británicos están huyendo de regreso al Reino Unido.

Las autoridades temen que al tener experiencia de combate, estos yihadistas puedan usar explosivos y armas de fuego para desencadenar una nueva ola de ataques, señala el periodista.

De acuerdo con el artículo, para asegurar la vigilancia de 24 horas a un individuo sospechoso, hace falta involucrar un máximo de 30 empleados de las fuerzas especiales. Sin embargo, los recursos limitados del MI5 permiten llevar a cabo una vigilancia constante solo a 50 supuestos terroristas.

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El diputado laborista de Birmingham Perry Barr, Khalid Mahmood declaró que el ataque terrorista en Manchester muestra la debilidad de los servicios secretos británicos.

"Estoy muy preocupado con que un yihadista haya sido capaz de volver a entrar en el país pasando todos los puestos de control fronterizo", subrayó.

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Según Mahmoud, el Reino Unido "no tiene ni nunca ha tenido" fronteras seguras. El diputado añadió que el número del personal de control de fronteras se redujo en un 50% desde 2010. Para luchar eficazmente contra el flujo de yihadistas, los servicios de seguridad británicos deberían trabajar 10 veces más intensamente, explicó.

En la noche del 22 de mayo, poco después de que terminara un concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande, tuvo lugar una explosión en los alrededores del estadio Manchester Arena, cuando los espectadores abandonaban el recinto.

El atentado se saldó con 22 muertos, entre ellos 12 niños, y decenas de heridos, mientras una decena de personas todavía se dan por desaparecidas.

El grupo terrorista Daesh (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países) reivindicó ese ataque; ocho personas están bajo arresto.

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