"En primer lugar, es una demostración de fuerza para ejercer presión sobre China y Rusia, los principales centros de poder en la región. En segundo lugar, busca el apoyo de sus aliados, Japón y Corea del Sur. Y solo en último lugar, busca influir en Corea del Norte", destaca el experto con seguridad.
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A su juicio, Corea del Norte, a pesar de las declaraciones beligerantes de su líder Kim Jong-un, nunca va a atacar primero. Sin embargo, Estados Unidos tiene que ejercer presión para que suspenda los trabajos con armas nucleares, con las que ha habido cierto progreso, especialmente en lo que concierne a los vuelos de misiles, cree Korolkov.
"Pero no habrá conflicto. Ninguna de las partes está lista", concluyó.
La transportación del Ronald Reagan se produjo pocos días después de que Corea del Norte demostrara un salto significativo en su programa de misiles al lanzar un proyectil que logró una reentrada controlada "exitosa" en la atmósfera inferior de la Tierra en lugar de caer de nuevo a la superficie. El USS partió para la península coreana tras completar un período de mantenimiento y ensayos en el mar en su puerto de estacionamiento de Yokosuka, Japón, según la Marina de EEUU, citada por CNN.