"De los 13 millones de niños y adolescentes existentes en Argentina, casi 6 millones viven en condición de pobreza", sostuvo el informe, que basó su estudio en los datos del organismo oficial, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
La indigencia afecta a diez de cada 100 personas en ese rango de edad, es decir, a 1,3 millones de menores, según la Canasta Básica Alimentaria, que mide la tasa de indigencia.
Esto demuestra la infantilización de la pobreza que tiene lugar en Argentina, dado que esta repercute más sobre los menores de edad que sobre la población en general.
"Lo anterior señala que la pobreza argentina adquiere, como imagen, el rostro de sus niños", constató el estudio realizado bajo la coordinación de su director académico, Alfredo Schclarek Curutchet.
La provincia donde se registran las mayores tasas de pobreza entre niños y adolescentes es San Juan (oeste), donde el 60,64% de todos ellos no tienen garantizado los recursos para vivir con dignidad.
Estas jurisdicciones también encabezan las estadísticas de indigencia en relación a todo el país.
Además de Misiones, donde el 13,72% de los niños y adolescentes no acceden a cubrir sus necesidades recogidas en la Canasta Básica Alimentaria, en Santiago del Estero también esta situación afecta al 13,03% de los menores, mientras que en San Juan ese porcentaje se ubica en el 10,63%.
"Que el 46,04% de los niños y adolescentes viva en situación de pobreza refleja que este es un fenómeno estructural que está lejos de resolverse en el tiempo si no se toman las medidas necesarias, y puede prolongarse en el futuro a través del proceso conocido como trampa de la pobreza", concluyó el Cippes, un organismo independiente y sin fines de lucro procedente de Córdoba.
De los 43,5 millones de habitantes que tiene Argentina, 13,5 viven bajo el umbral de la pobreza (un 31,09% del total).
