Pero, ¿qué tiene que ver este mito con la vida real? El hecho es que esta historia de amor y odio dio el nombre al denominado síndrome de Ondina, o el síndrome de hipoventilación central congénita (CCHS, por sus siglas en inglés). Los pacientes que sufren este trastorno, padecen de una afección respiratoria durante la noche.
La rara enfermedad se define normalmente como un trastorno congénito, sin embargo, en algunos casos, puede ser causada por un trauma grave cerebral o medular —como resultado de un accidente o un infarto cerebral o, en algunos casos, enfermedades neurodegenerativas como el parkinson—.
En EEUU, esta enfermedad afecta a 1 de cada 10.000 o 15.000 nacimientos. Según opinan los expertos, la maldición de Ondina se debe a un trastorno genético causado por una mutación en el gen PHOX2B, lo que impide el desarrollo normal del sistema nervioso autónomo, responsable —entre otras cosas— de la respiración.
El misterioso síndrome aún no tiene cura, y los pacientes que lo sufren en forma grave y lograron sobrevivir a la infancia, generalmente tienen que recurrir a una traqueotomía y al uso de un sistema de respiración asistida. En cuanto a las formas más leves de la 'maldición de Ondina', solo se caracterizan por un sueño perturbador debido a un déficit de oxígeno en la sangre del paciente.