En los últimos días logró inscribir su nombre una vez más en las páginas del libro: esta vez en cantidad de fósforos apagados en un minuto con la lengua. El vídeo da escalofríos solo de pensar en las quemaduras. Sin embargo, en los 60 segundos del desafío, Furman logra encender y apagar 37 fósforos con su boca.
Aunque parece fácil, el récord no es un juego de niños. No solo por el dolor y las quemaduras, sino por las rígidas reglas que lo regulan: "El uso del aliento para soplar el fuego está estrictamente prohibido y el aspirante debe apagar solamente un fósforo por vez".
Entre los otros récords del estadounidense se encuentran la mayor cantidad de pelotas de béisbol sostenidas en un guante (26), de aceitunas comidas en un minuto (60), de huevos rotos con los dedos del pie en 30 segundos (42), entre otros tantos.