"En Venezuela sabemos muy bien que existe la intencionalidad permanente de un grupo de países de tratar de darle institucionalidad a lo que es una agresión, una injerencia, por parte de Estados Unidos, y que evidentemente se está enmascarando a través de la OEA", dijo.
Los gobiernos que votaron afirmativamente fueron Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Estados Unidos, Guatemala, Guyana, Honduras, Jamaica, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay.
La única sorpresa de la jornada la dieron países tradicionalmente aliados a Venezuela, como Bolivia, Ecuador y El Salvador, que prefirieron abstenerse, sumándose así a la mayoría de los caribeños: Antigua y Barbuda, Dominica, Haití, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Trinidad y Tobago.
También Costa Rica se abstuvo, pero por discrepancias por la fecha elegida para la reunión.
Tajeldine, quien ha integrado la delegación de Venezuela ante la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, aseguró que esta acción afecta los intereses de toda la región.
"Es importante resaltar que la paz y la seguridad internacional y nacional se mantienen en la medida que se evite la injerencia en los asuntos internos de las naciones, tal como lo refiere las Naciones Unidas", acotó.
En este momento se insiste en abordar la situación de Venezuela en la OEA, sin el consentimiento de este país, con el objetivo de lograr resoluciones condenatorias y aplicar la Carta Democrática, aseguró.
Si bien "por ahora los votos no les dan a los que intentan agredir a Venezuela, evidentemente muchos países están siendo objeto de una presión feroz", dijo.
Según Tajeldine, los países que se abstienen, reconocen, en su mayoría, el proceso de diálogo "real" que impulsa el Gobierno "y saben que la parte que se resiste a ese proceso está siendo apoyada y financiada desde el exterior y por lo tanto no están respondiendo a los intereses del pueblo".
Venezuela anunció el pasado 27 de abril su decisión de retirarse de la OEA y desde entonces no ha vuelto a participar en las reuniones del organismo.
Aunque esta nación continúa perteneciendo a la OEA, pues el proceso de retiro se completa en dos años, su Gobierno ha advertido que no está obligado a cumplir las resoluciones que establezca el bloque.