La memoria magnética puede ser la base de estas computadoras y sería energéticamente autosuficiente, mucho más veloz y con un número ilimitado de ciclos de lectura y escritura —la velocidad a la que se transfiere la información-.
Las memorias tradicionales almacenan la información basándose solo en dos estados, es decir, en código binario: utilizando ceros y unos. Los resultados de los científicos rusos permiten ir un paso más allá, almacenando la información basándose hasta en cuatro estados.
Para los físicos, estas estructuras son interesantes por sus propiedades magnéticas, caracterizadas por su quiralidad (es decir, por la dirección en la que giran, que puede ser en sentido horario o antihorario) y por su polaridad (lo que determina la dirección magnética en el nanodisco: hacia arriba o hacia abajo).
"Los científicos han luchado durante mucho tiempo por controlar estas propiedades magnéticas (…). Lo que planteamos fue una estructura de dos discos de diferente diámetro dispuestos asimétricamente. Lo que ocurre es que de esta forma, 'disco sobre disco', es posible controlar perfectamente la quiralidad en el disco de mayor diámetro y la configuración de las propiedades magnéticas del disco más pequeño", explica Maxim Stebliy, investigador del laboratorio.
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