Así, tirando de cálculos y sentido común, el BCE expresó que, si aparte de los desempleados "oficiales", es decir, quienes tienen blanqueada la situación, se considera a los trabajadores desanimados, a los que están buscando empleo pero no están disponibles para trabajar de inmediato, y a quienes tienen un empleo a tiempo parcial, pero que desearían trabajar más horas, la tasa de paro de la eurozona sería del 18%, en lugar del 9,5% que muestra la tasa de desempleo "oficial".
Este tipo de indicador más amplio en el que se basa y destaca el BCE para acallar los bombos de Eurostat, se usa con frecuencia la Oficina de Empleo de EEUU y la OCDE en sus estadísticas del mercado laboral. En EEUU este tipo de tasa de desempleo se conoce popularmente como U-6, y los últimos datos de abril muestran que se encuentra en el 8,6%, menos de la mitad que en la eurozona.
Un punto en el que coincide el Lic. José Luis Carretero Miramar, miembro del Instituto de Ciencias y de la Autogestión en España. Señala que "las estadísticas se han ido transformando de tal manera, que al hilo del despliegue de la llamada flexiseguridad como mecanismo de gestión de la fuerza de trabajo en el continente europeo, se ha establecido como fuera de desempleo a determinadas personas que estaban en situación de políticas activas de empleo, como ser mecanismos de formación, o simplemente entrevistas para la búsqueda de un empleo, o en contratos de máxima precariedad".
Asismimo, el BCE también sostiene que las reformas laborales implementadas durante la crisis por varios países han "alterado" el funcionamiento del mercado laboral tal y como se conocía con anterioridad.
Esta misma semana, el presidente del BCE Mario Draghi, en un discurso ante el Parlamento de Países Bajos, insistió en que los salarios, uno de los principales motores internos de la inflación, todavía no han respondido a la recuperación económica, a pesar de lo que él entiende como amplias mejoras experimentadas por los mercados laborales de zona euro.
José Luis Carretero Miramar va más allá de esta exposición de Draghi, y pone a España como ejemplo para ilustrar que Europa está lejos de la salvación de la crisis.
"La gente está trabajando con contratos de horas, de días, que no tienen ningún tipo de límite inferior con respecto al número de horas por las que te pueden contratar".
El experto explica que en este marco, "los trabajadores no tienen acceso a las condiciones laborales clásicas, por lo tanto están en una situación de enorme precariedad. El trabajador se encuentra en situaciones en las que la flexibilidad, tanto interna como externa del puesto de trabajo es mucho mayor, eso quiere decir que se les puede cambiar las condiciones o pueden verse despedidos en cualquier momento", concluye Carretero Miramar.