La misión del país asiático llamó a los miembros y observadores de la ONU a "revisar los pasos para implementar (las resoluciones de la ONU), hasta que se establezca la legitimidad de las mismas", las cuales Pyongyang calificó de "fabricadas contra Corea del Norte".
Desde 2006, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó seis resoluciones contra Pyongyang encaminadas a que renuncie a sus desarrollos nucleares y de misiles.
Las dos últimas resoluciones —números 2270 y 2321— fueron aprobadas el año pasado y endurecieron de manera considerable el régimen de sanciones contra Corea del Norte, incluyendo medidas en los ámbitos del comercio, las exportaciones mineras, la compra de armas y el sector bancario.
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Las negociaciones para la desnuclearización de la península de Corea, que se desarrollaron de 2003 a 2007 entre ambas Coreas, China, Japón, Estados Unidos y Rusia, siguen paralizadas desde 2009 cuando Pyongyang, molesto por el recrudecimiento de las sanciones internacionales, se negó a continuar el diálogo.
En 2016, Corea del Norte llevó a cabo su cuarto y quinto ensayos nucleares desafiando las prohibiciones impuestas por la ONU.
