"Los líderes de las iglesias cristianas, y también de las islámicas, de Siria (…) manifiestan que la única ayuda que realmente reciben es la de Rusia, y que Rusia es su única esperanza", dijo el jerarca que asiste en Washington a la Cumbre Mundial para proteger a los cristianos perseguidos.
Explicó que el derrocamiento del régimen en estos países provocó un "caos político", y los cristianos "se vieron convertidos en rehenes de la situación".
El metropolitano mencionó que en Irak "permanece sólo una décima parte de los cristianos que vivían allí, mientras en Libia casi desaparecieron".
El jerarca ortodoxo destacó además que todavía no hay información sobre los metropolitanos sirios secuestrados por los terroristas en 2013.
El 22 de abril de 2013 en la región de la ciudad siria de Alepo, los combatientes de la oposición armada secuestraron a los metropolitanos Pablo de Alepo y Grigori Juan Ibrahim, dos de los dirigentes religiosos más conocidos y respetados en Siria.