"El caso de Irán ha demostrado que los problemas más complicados se pueden arreglar por vía diplomática siempre que haya voluntad política y suficiente creatividad", dijo en declaraciones a Sputnik.
Uliánov señaló que la situación en la península de Corea se diferencia considerablemente de la situación que había existido en torno al programa nuclear de Teherán.
"La experiencia acumulada en el caso de Irán no puede aplicarse en la península coreana", comentó.
Tras varios años de sanciones, el 14 de julio de 2015, Irán y el grupo de seis mediadores internacionales (Gran Bretaña, China, Francia, EEUU, Rusia y Alemania) llegaron a un acuerdo histórico sobre el programa nuclear iraní.
Las difíciles negociaciones culminaron con la adopción de un plan conjunto de acción, cuya aplicación elimina las sanciones económicas y financieras impuestas previamente contra el país persa por el Consejo de Seguridad de la ONU, la Unión Europea y EEUU a cambio de restricciones en su programa nuclear.
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El acuerdo entró en vigor el 16 de enero de 2016.
Como resultado, Pyongyang congeló su programa nuclear y empezó a desmontar el reactor nuclear instalado en el centro de investigación de Yongbyon.
Sin embargo, en 2008 el diálogo se metió en un callejón sin salida después que EEUU y Corea del Norte no lograran ponerse de acuerdo sobre la forma de verificar la lista de los programas nucleares de Pyongyang.
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Al mismo tiempo, Japón y Corea del Sur se negaron a cumplir sus compromisos y suministrar a los norcoreanos combustible para sus centrales eléctricas no nucleares a cambio de la renuncia a los desarrollos nucleares.
