"A nivel nacional, Argentina enfrenta el desafío de mejorar su situación (…) transformando su gran potencial en mejores resultados", señaló el informe Nacional sobre Desarrollo Humano 2017.
Al estudiar su desarrollo económico, la ONU constató que Argentina tiene un gran potencial al poseer, además de un destacado capital humano, "un sector agropecuario moderno y productivo", y algunos sectores industriales con servicios "de alta productividad y sofisticación".
"No obstante, esos sectores coexisten con otros de productividad muy baja, lo que se traduce en mercados de trabajo con niveles altos de precariedad", objetó en su estudio.
La macroeconomía, por otro lado, es muy volátil, con períodos de aceleración a los que suceden recesiones incluso profundas.
En materia de inclusión social, la nación sudamericana "presenta una situación problemática" ante los altos índices de pobreza (un 30,3$) e indigencia (un 6,1%).
A esto se añade un 8,5% de desempleo y sobre todo, un 33,8% de trabajo informal, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) referidos al tercer trimestre de 2016.
Las provincias más desiguales del país son Formosa (noreste), Chaco y Santiago del Estero (norte), lo que evidencia que "el desarrollo sostenible se da de manera heterogénea y desigual en Argentina".
"El cambio climático se manifiesta en alteraciones de la temperatura y del patrón de lluvias, con el consecuente incremento del riesgo de que se produzcan desastres naturales, principalmente por inundaciones", concluyó el informe.
Por lo anteriormente analizado, Argentina se ubica entre el puesto 40 y 50 en las tablas de clasificación que incluyen entre 150 y 190 países.