A pesar de su mala experiencia, Parmitano asegura que "En el espacio, la posibilidad de que se produzca un accidente es muy baja, pero las consecuencias pueden ser muy graves. Yo no creo que el espacio sea más peligroso que otros entornos. Simplemente es necesario tomar más precauciones y más entrenamiento", declaró en una reciente entrevista al diario ARA.
El 'susto' se produjo el 16 de julio de 2013, y es el único incidente de este tipo que ha sufrido un astronauta fuera de una estación espacial.
"Fue un episodio muy interesante porque nadie pensaba que aquella avería pudiera llegar a producirse. Si nos pensábamos que la exploración espacial era una tarea ordinaria, este accidente nos recordó que no lo es y que todavía estamos explorando nuestros límites. No somos colonizadores, somos exploradores y estamos aprendiendo qué representará para nosotros ir más allá de la Tierra", explicó en declaraciones al medio.
"La clave para utilizar el miedo como la herramienta que es y no caer en el pánico es el entrenamiento. Antes de ir al espacio pasamos literalmente centenares de horas bajo el agua vestidos con un traje espacial, aprendiendo a utilizarlo y a navegar por la estación. Gracias a esto me salvé".
El astronauta, que pasó 167 días en la EEI, también restó glamour a su profesión, aunque puso en valor todas las tareas que se realizan en la estación.