En particular, el diplomático ruso instó a "rebajar la tensión político-militar, frenar el incremento de las infraestructuras militares, reducir la escala de las maniobras y propiciar la atmósfera de confianza entre los Estados de la región".
"Abogamos por el cumplimiento riguroso de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU por parte de Pyongyang y suspensión de sus pruebas nucleares", dijo Uliánov al intervenir en una reunión del comité preparatorio de la Conferencia de Revisión del Tratado de No Proliferación Nuclear, a celebrarse en 2020.
Al mismo tiempo, el funcionario ruso subrayó que no solo el programa nuclear nocroreano provoca la tensión en la península, sino la intensificación de la actividad militar de EEUU y sus aliados en el noreste asiático.
"Está claro que Pyongyang no renunciará a las armas nucleares mientras exista una amenaza directa a su seguridad", puntualizó.
En 2016, el régimen norcoreano llevó a cabo su cuarto y quinto ensayos nucleares y más de veinte pruebas de misiles balísticos.
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A la escalada de tensión en torno a la península de Corea contribuye la presencia de un grupo de ataque naval estadounidense, incluyendo el portaaviones nuclear USS Carl Vinson cuya ala embarcada consta de 24 cazabombarderos F/A-18, diez aviones cisterna, diez aviones antisubmarinos S-3A, seis helicópteros antisubmarinos SH-3H, cuatro aviones de guerra electrónica EA-6B y cuatro aviones de alerta temprana E-2.