El mandatario sostuvo en la residencia oficial de Los Pinos una reunión con su Gabinete Legal y Ampliado (integrado por 30 altos cargos), en un encuentro con todos sus secretario de Estado, que ha realizado con muy poca frecuencia en sus cuatro años y cuatro meses de gobierno.
Peña Nieto convocó a su gabinete a "revisar los avances en los compromisos y metas del Gobierno de la República para el presente año", dijo en un comunicado la presidencia.
El órgano máximo del Poder Ejecutivo examinó "los avances en las distintas acciones que llevan a cabo las dependencias del Gobierno de la República en el cumplimiento de las cinco metas establecidas en el Plan Nacional de Desarrollo", precisó el escueto reporte oficial.
Esas cinco metas estratégicas son "un México en Paz, un México Incluyente, un México con Educación de Calidad, un México Próspero y un México con Responsabilidad Global", reseñó la oficina del mandatario.
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El gabinete revisó, asimismo, "la planeación de acciones para consolidar las reformas estructurales durante el segundo semestre" de este año 2017, el quinto de su mandato sexenal, que culminará en diciembre de 2018, tras los comicios programados para junio del año próximo.
Un momento crítico
En un momento crucial de su mandato, en el cual los sondeos lo colocan en el peor nivel de popularidad de un presidente mexicano en más de dos décadas, Peña Nieto exhortó a su equipo a "continuar con los esfuerzos para entregar resultados concretos en beneficio de los mexicanos".
En este último estado, el mandatario ordenó nuevos operativos militares para desmantelar a las violentas bandas de ladrones de combustible, que atacan una ruta estratégica de 600 km, que va del Golfo de México a la capital mexicana.
Ese oleoducto, donde recientemente fue atacada una patrulla militar con saldo de cuatro soldados muertos, es el más afectado por un delito que le cuesta a la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), más de 1.000 millones de dólares anuales desde hace una década, según datos oficiales.
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Finalmente, la reunión ocurre a dos semanas de los comicios en el vital Estado de México, que rodea la capital, considerada "la mayor fábrica de votos" del país, tierra natal del mandatario y feudo histórico del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), donde Peña Nieto fue gobernador antes de llegar a Los Pinos.
El populoso Estado de México, plagado de enormes y empobrecidas "ciudades dormitorios", enclavadas en cerros que son blanco de la delincuencia, es uno de los últimos enclaves donde el pragmático PRI no ha perdido nunca desde su fundación en 1929.
Sin embargo, tras perder en 2015 en estados donde no había sido derrotado en casi 90 años, entre escándalos de corrupción de sus líderes, tales como Veracruz, Tamaulipas, Chihuahua y Quintana Roo, donde está el emblemático destino caribeño de Cancún, el mandatario encabeza un esfuerzo por ofrecer las metas y resultados prometidos.