Iglesia argentina afirma que no sugirió una mesa de diálogo entre represores y víctimas

BUENOS AIRES (Sputnik) — La Conferencia Episcopal de Argentina (CEA) no tiene la intención de proponer un acercamiento entre represores y víctimas de la dictadura (1976-1983), señaló su presidente, monseñor Jorge Lozano, tras la controversia generada por sugerir una reconciliación encabezada por la iglesia.

"No hemos previsto en este camino hacer una mesa de diálogo entre unos y otros, eso no está en nuestro ánimo", aseguró el arzobispo en Radio Cooperativa.

La asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal, que reúne a un centenar de obispos de todo el país durante toda la semana, propuso "un tiempo de reflexión sobre los acontecimientos ocurridos durante la última dictadura militar", de acuerdo a un comunicado.

Desde la localidad bonaerense de Pilar, donde celebran su encuentro, los prelados comenzaron a recibir testimonios de familiares de militares y de desaparecidos durante el terrorismo de Estado.

La iniciativa ha provocado el rechazo de organismos de derechos humanos por la complicidad que tuvo la iglesia católica con la Junta Militar que gobernó durante la dictadura.

Siete integrantes de la Asociación Madres de Plaza de Mayo se acercaron el pasado jueves hasta la sede de la Conferencia Episcopal Argentina y colgaron sobre las rejas del ingreso al edificio una tela en la que podía leerse: "Ni olvido ni perdón ni reconciliación, 1000 años de prisión".

Pero la Iglesia, según el presidente de la Conferencia Episcopal, sólo está trabajando en un "protocolo de acceso" para que "los familiares de desaparecidos o damnificados puedan solicitar la información disponible".

"Ojalá que quienes son acusados de estos delitos puedan arrepentirse y dar algunos datos que tengan todavía disponibles y que puedan ayudar a mitigar algo del dolor", afirmó Lozano.

El arzobispo, que aseguró que "la Iglesia no busca el olvido" de los crímenes de lesa humanidad, evitó pronunciarse sobre el fallo de la Corte Suprema que esta semana redujo la pena a un condenado por delitos de lesa humanidad en base a una ley derogada que computa como doble los días en prisión a partir del segundo año mientras la condena no esté firme.

"Prefiero esperar que pasen los días para leer con más detenimiento los fundamentos" de la Corte, afirmó.

Durante la 113° Asamblea Plenaria, los obispos argentinos también informaron de que han enviado una carta a sus pares de Venezuela, así como al pueblo venezolano, para expresar su solidaridad por la situación que atraviesa el país.