El dique, por el valor de unos 1,3 millones de dólares, fue levantado en un año cerca de la frontera con Crimea en el sur de la región de Jersón.
"Recientemente las autoridades de Ucrania anunciaron la puesta en servicio del dique que impide el suministro de agua del Dniéper a Crimea (…), la absurdidad de esta acción es evidente porque esta agua no llega a la península desde 2014", dijo Zajárova a la prensa.
Agregó que "los ciudadanos de Crimea aprendieron a proveerse de agua de otras fuentes".
La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso subrayó también que Kiev "intenta castigar a los residentes de Crimea por la decisión tomada en 2014", aunque sus acciones solo demuestran que la decisión fue la correcta.
Ucrania proveía hasta un 85% de agua potable a través del canal de Crimea del Norte proveniente del Dniéper para regar cerca de 140.000 hectáreas de tierras agrícolas.
A su vez, las autoridades de Crimea aseguraron previamente que los depósitos de agua natural en la península estaban llenos en un 80% y no tenían previsto restringir el suministro de agua potable a la población.
Crimea volvió a ser parte de Rusia tras celebrar en marzo de 2014 un referéndum en el que la mayoría aplastante de los votantes, más del 96%, avalaron esta opción.
El referéndum fue convocado a raíz del violento cambio de poder en Ucrania, un suceso que Moscú valoró como "golpe de Estado".