Martin Hoffmann, miembro de la mesa directiva del Foro Germano-Ruso, señaló que al principio de su tercer mandato presidencial, en mayo de 2012, Putin llevaba a cabo una política de mayor apertura y era más propenso a cooperar con Occidente cuyas élites le ven ahora "si no como a un adversario, sí como a un hombre que persigue intereses totalmente diferentes a los occidentales".
"Lo importante para Putin en esa situación es tener un perfil claro. Además, posee cierta ventaja en el sentido de que Rusia puede definir su línea sin acordarla con otros socios a diferencia de Occidente, donde el proceso de influencia política es mucho más complejo", añadió.
El presidente de la Fundación rusa para el Desarrollo de la Sociedad Civil (FoRGO), Konstantín Kostin, está convencido de que Putin sigue siendo para Occidente un político impredecible, del que nadie esperaba el discurso que pronunció en la Conferencia de Seguridad de Múnich en 2007, ni la adhesión de Crimea, ni la determinación para oponerse a cualquier presión.
"Todos entienden que Putin es un político resuelto. En Occidente le han dedicado miles de artículos y más de una veintena de libros, en los que investigadores tratan de explicar sus móviles, pero creo que la respuesta tiene que ver con los valores", apuntó Kostin.
"La política es como el ajedrez: logra ventaja el que comprende mejor los movimientos del adversario sin dejar ver los suyos hasta el final de la partida", concluyó.
Fiódor Lukiánov, presidente del Consejo de Política de Asuntos Exteriores y de Defensa ruso, opina que "la histeria en torno a Putin visto como un estratega astuto que atenaza a la democracia y se inmiscuye en las elecciones a lo largo del mundo forma parte de las fobias de las élites occidentales, que no entienden lo que pasa".
"Nada marcha como suponían, así que se han encontrado una explicación", dijo.
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También en Rusia, a juicio del politólogo, la imagen de Putin da origen a "ciertos mitos", aunque "lo queramos o no, el hecho es que constituye el eje de nuestro sistema político, de manera que esa percepción de un líder absolutamente insustituible hoy en día parece adecuada".