De acuerdo con Toporov, la nave tendrá propulsión nuclear. Asimismo, contará con singulares alas dotadas con sensores sísmicos. Estos mecanismos —normalmente escondidos entre la proa y la popa del submarino— serán capaces de extenderse como unas aletas, convirtiéndose de esta manera en un 'escáner' que puede analizar cientos de metros cuadrados.
El novedoso submarino se fabricará en el marco del proyecto Iceberg, que implica la creación de una red de plataformas de perforación, así como robots, complejos submarinos y reactores nucleares autónomos.
La inusual nave costará un 60% menos que un submarino militar, puesto que no está dotada de armamento. Se espera que el buque permita descubrir nuevos yacimientos de hidrocarburos y otros minerales, así como examinar el fondo para la construcción de fábricas submarinas.
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A su vez, Vadim Koziulin, profesor de la Academia de Ciencias Militares, indicó que este submarino también puede usarse para controlar las actividades militares de otros Estados en aguas territoriales de Rusia.
Según el medio, hasta la fecha, este proyecto es único en su clase, sin parangón en el mundo.