"En su momento, EEUU se pronunció a favor de una solución militar al problema de Corea del Norte. China, a su vez, manifestó la necesidad de mantener la estabilidad y poner en práctica la 'desnuclearización' de la península. Este objetivo corresponde a los intereses de ambas partes. Posiblemente, por eso la parte estadounidense tomó en consideración la opinión de China", explica el experto chino.
El plan tiene previsto aumentar las exportaciones estadounidenses a China y reducir el déficit comercial.
No obstante, para una serie de cuestiones específicas, por ejemplo, el debilitamiento de las restricciones para bienes importados desde Estados Unidos por China, ninguna de las dos partes revelan el contenido de las medidas de solución.
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"A pesar de ello, EEUU y China sin duda pueden hacer ciertas concesiones, fortalecer la cooperación en algunas áreas, y poner en práctica una parte de los acuerdos logrados por los jefes de Estado", asegura Wang Xiaofeng.
"A pesar de que EEUU cree que en el pasado el país sufrió pérdidas en el comercio con China, se propone lograr un equilibrio para no desatar 'guerras comerciales'. Para China, el superávit comercial tampoco es el mejor fenómeno. Es más probable que China también desee lograr un equilibrio en el comercio", explica el especialista.
Usando el lenguaje del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Wang Xiaofeng afirma que los países "se están moviendo el uno hacia el otro".
"Podemos decir que después de la reunión de jefes de Estado, las relaciones entre China y EEUU han vuelto a la normalidad", concluye.