"Las minas continúan en la zona de seguridad, se deben retirar, una mayor demora en realizar esta medida para salvar vidas es inadmisible", dijo Apakan.
El Consejo instó a una investigación inmediata, exhaustiva e imparcial de la tragedia.
El 23 de abril, una mina estalló al paso de una patrulla de la OSCE en las inmediaciones de Prishib, una zona de la provincia de Lugansk fuera de control del Gobierno ucraniano.
Ucrania inició hace tres años una operación militar en las provincias orientales de Donetsk y Lugansk, donde se proclamaron repúblicas populares en respuesta al cambio violento del poder ocurrido en Kiev en febrero de 2014.
Según datos de la ONU, las hostilidades han provocado más de 10.200 muertos desde el inicio de la crisis.
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Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia.