El prototipo del dron convertiplano tiene un peso de 70 kilogramos y fue diseñado en tan solo 9 meses, afirmaron desde el Instituto de Investigación Técnica de Kazán al medio ruso Biznes Online.
No obstante, los drones de este tipo podrían tener su lugar en el mercado, según los diseñadores. A modo de ejemplo, una versión de un convertiplano —el dron de despegue y aterrizaje vertical Fregat— ha sido puesta a prueba en Rusia.
Además, con el desarrollo de los drones se facilita el camino hacia versiones más avanzadas, incluidas las de los drones pesados.
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En la actualidad, solo el Ejército de EEUU opera un convertiplano de desembarco Bell-Boeing V-22 Osprey. En Rusia, tras la disolución de la URSS y el cierre de un proyecto parecido, el Mi-30, el desarrollo de los convertiplanos permaneció congelado.
La rareza de estos vehículos se debe a su alta complejidad técnica, ya que no solo los motores deben funcionar en dos modos —el de un helicóptero y el de un avión— sino también el mecanismo de transición entre los dos tipos de vuelo debe ser totalmente seguro.
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Sin embargo, los convertiplanos tienen un sinnúmero de ventajas. A diferencia de los aviones, este tipo de aeronaves es capaz de despegar y aterrizar en cualquier lugar. Por otro lado, suelen tener un alcance y una velocidad mayores que las de un helicóptero.
Entre sus desventajas se destacan un mayor peso y que son menos maniobrables.
