"Al ser derrotada la expedición contra la isla en Playa Girón y perder la posibilidad de controlar el proceso revolucionario de Cuba, Washington cuidó de que no ocurriera lo mismo en otros lugares próximos, sobre todo en el Caribe", afirmó el diplomático en declaraciones a Sputnik.
Según Gerónimo, el Gobierno estadounidense tomó medidas preventivas como el ajusticiamiento en el propio 1961 del tirano dominicano Rafael Leónidas Trujillo, preparado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Según documentos desclasificados, ese servicio de espionaje también estuvo en 1963 tras el intento de derrocamiento del dictador haitiano François Duvalier.
"Pero cuando se presentó la rebelión contra el golpe de Estado que depuso a Juan Bosch en República Dominicana, Estados Unidos ya no trató de cuidar la forma, sino que envió una invasión de 42.000 soldados para asegurar que no ocurriera una situación revolucionaria", dijo.
El diplomático impartió el martes la conferencia "Abril en dos fuegos" en el Centro de Estudios Martianos de La Habana.
"Luego vino la mascarada de la OEA (Organización de los Estados Americanos) para hacer ver que era una fuerza de intervención multinacional, pero en realidad era una decisión radical del imperio de detener cualquier intento revolucionario en sus fronteras con el Caribe".
Gerónimo comparó la situación actual del mundo con la etapa conocida como Guerra Fría, que en la década de 1960 provocó procesos muy peligrosos, como la crisis de los misiles de octubre de 1962, cuando ante el peligro de un nuevo intento de invasión estadounidense, Cuba aceptó la instalación de misiles nucleares de la Unión Soviética en su territorio.
"En este contexto, es muy pertinente estudiar el pensamiento de Fidel Castro y del expresidente Juan Bosch", concluyó el embajador.
La administración surgida del golpe militar que el 25 de septiembre de 1963 depuso al Gobierno de Bosch, dio lugar a una rebelión popular en República Dominicana.
Bosch era el primer presidente elegido democráticamente tras la caída de la dictadura de más de tres décadas (1930-1961) de Rafael Leónidas Trujillo.
Bajo el liderazgo del coronel Francisco Caamaño, los constitucionalistas desencadenaron un conflicto contra un triunvirato encabezado por Donald Reid, mientras en el ejército los elementos más conservadores al mando del general Elías Wessin y Wessin promovían la intervención extranjera para impedir el triunfo del movimiento popular.
El 28 de abril de 1965, Estados Unidos con el respaldo de la OEA, invadió República Dominicana, acción que transformó el conflicto civil en guerra de los dominicanos por su soberanía.
Tras varios meses de resistencia en las calles, los constitucionalistas pactaron el fin del conflicto y Camaño devolvió al pueblo el poder, tras lo cual asumió un Gobierno provisional encabezado por Héctor García Godoy, relevado luego por el presidente Joaquín Balaguer, elegido en junio de 1966.
Los líderes antigolpistas tuvieron que emigrar y las tropas estadounidenses salieron de República Dominicana en septiembre de 1966, después de consolidar el mandato de Balaguer.
