Tan solo en unos años, Rusia, que ha apostado por el autoabastecimiento, ha sido capaz de aumentar las cosechas y alcanzar el nivel de los líderes de las exportaciones de cereales, señala la periodista.
"En unos años, Rusia, que desde hace tiempo había dejado el escenario internacional, se ha convertido ahora en una nueva superpotencia agrícola, sobre todo, gracias a los cereales".
Moscú está ganando parte del mercado a EEUU y Europa en regiones como Asia, América Latina o África.
Los mayores productores "están temblando", observa la autora. Sobre todo si se tiene en cuenta que los analistas australianos de la organización AEGIC pronostican que las exportaciones de granos rusos crecerán un 60% durante el periodo del 2015 al 2060.
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El embargo para una serie de productos alimenticios —frutas, verduras, productos lácteos, carne—, introducido por Occidente en 2014 en el contexto de la crisis de Ucrania, "no impidió el auge de la agricultura". Este sector ha llegado a desempeñar un papel cada vez más importante en la economía del país eslavo. Por primera vez, las exportaciones de productos agrícolas han traído más ganancias que las exportaciones de armas: alrededor de 15.000 millones de dólares.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 5 февраля 2017 г.
Rusia, que está bajo las sanciones en Europa y EEUU, se centró en el objetivo que se había propuesto en 2010: "lograr la autosuficiencia alimentaria para el 2020", señala Muryel Jacque.
Como resultado, Rusia no necesita de cereales extranjeros, verduras, carne de ave, ni de cerdo. Las sanciones occidentales y otras medidas restrictivas no han tenido el efecto esperado, observa la autora. "La caída del rublo les ha hecho el juego a los productos agrícolas rusos". Ahora, resulta más barato enviarlos a otros países. Al mismo tiempo, gracias a unas condiciones climáticas favorables, se han reducido los gastos en electricidad y han bajado los precios de los fertilizantes para la producción de cereales.