"La colisión contra el espigón causó la rotura de tuberías y un vertido al mar, que ha obligado a interrumpir actividad de la desaladora de Las Palmas de Gran Canaria", comunicaron los servicios de emergencias.
Por su parte, la Autoridad Portuaria de Las Palmas informó de que el accidente causó el vertido al mar de 25.000 litros de gasoil, un combustible muy volátil cuyos efectos sobre el mar y la costa son leves o moderados.
A pesar de que el vertido provocó una mancha en el mar de más de tres kilómetros de extensión, las autoridades portuarias y de emergencias estiman que el combustible se habrá evaporado antes del lunes.
"Se sigue trabajando en el vertido y esperamos que antes del lunes se haya evaporado", confirmó el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo.
Ninguno de los 140 pasajeros que viajaban a bordo del barco sufrió ninguna herida por el accidente, que se produjo por un fallo eléctrico.
Según comunicó el Ayuntamiento de Las Palmas, todas las actividades náuticas en la zona fueron suspendidas ya que se están realizando tareas de dispersión mecánica del vertido de gasoil en el puerto.
En cuanto a la desaladora, que en un primer momento detuvo su actividad, este sábado reinició parcialmente su trabajo, lo que permitirá garantizar el suministro de agua potable en el territorio.