El primer vuelo hizo que dos cazas estadounidenses F-22 y el avión de alerta temprana E-3 Sentry despegaran de su base aérea para escoltar a las aeronaves militares rusas. No obstante, la segunda vez, la Fuerza Aérea norteamericana decidió enviar solo un E-3.
El analista militar Alexéi Leonkov, entrevistado por Sputnik, aseguró que esta fue la decisión adecuada, ya que estos son vuelos rutinarios y las partes suelen avisarse mutuamente sobre sus planes.
Además, la misión no representaba ninguna amenaza para EEUU, de manera que carecía de sentido enviar numerosos cazas de nuevo, opina el experto. Leonkov señaló que el envío de cazas de combate también formaba parte de una campaña mediática.
La pregunta más importante es cuál fue la razón para llevar a cabo esta operación. El columnista de Sputnik Alexandr Jorolenko reflexionó sobre este asunto.
El especialista también recalcó que los militares estadounidenses consideran que los recientes vuelos buscan monitorear el sistema de defensa de Norteamérica (NORAD).
En Alaska, solo a un par de kilómetros de la ciudad de Anchorage, se halla la base aérea estadounidense de Elmendorf, que posee una notable importancia estratégica para el país. Las instalaciones militares cuentan con dos pistas. La base de Elmendorf suele ser empleada para transportar tropas y cargas desde EEUU al este y el sureste asiático, así como para probar el equipamiento aéreo y entrenar soldados en las condiciones climatológicas del Ártico, observó Jorolenko.
Elmendorf es la sede del Comando de la Zona de Defensa aérea de NORAD y de la 11ª Fuerza Aérea de Estados Unidos. La base tiene a su disposición cazas, sistemas de defensa antiaérea y unidades de búsqueda y rescate. Es decir, desempeña un papel importante para la protección de esta región norteamericana.
Para el año que viene, el Ministerio de Defensa ruso prevé concluir el despliegue del nuevo sistema de defensa costero en Chukotka (Lejano Oriente), que está ubicado solo a 100 kilómetros de la frontera con EEUU.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha reiterado en numerosas oportunidades que el país eslavo no representa una amenaza para nadie y solo quiere garantizar la seguridad de su propio pueblo.