"Me preocupa que a cada bombardeo la popularidad de Trump aumenta", reflexiona por un lado Jacubovich. Y agregó que la elección por las bombas se explica por su necesidad de no perder esa popularidad ganada.
"Cada baja de soldado es un dolor de cabeza para el gobierno que la enfrenta. Estaría bueno que fuera por la pérdida de vidas humanas, pero lo que más le duele al gobierno de EEUU es todo el dolor comunicacional que le provoca la filmación de los cajones bajando de los aviones. Sin embargo no se puede conquistar un territorio si no bajan las tropas al suelo. Por eso uno se pregunta si Trump quiere verdaderamente solucionar el problema. Claro, habría que ver si el problema se puede solucionar con la acción militar, cosa de la que yo no estoy tan seguro", afirma Jacubovich.