Hay innumerables factores que afectan al desarrollo de un bebé cuando está en el útero de su madre, y la nutrición materna desempeña un papel importante.
Los virus estacionales, particularmente la gripe, también interfieren en la salud materna y, como consecuencia, en el desarrollo fetal. Por ejemplo, si la gestación coincide con los meses de invierno —con sus días cortos y noches largas— las madres pueden desarrollar un trastorno afectivo estacional (SAD, por sus siglas en inglés) y los bajos niveles de serotonina en el cerebro de la madre pueden causar deficiencias similares en el bebé.
Los ratones nacidos y destetados con una luz simulada de verano, en cambio, no tenían estos problemas y se ajustaban a las condiciones del invierno de una manera rápida y fácil.
En los últimos años, los científicos han intentado extrapolar estas conclusiones a los humanos mediante diferentes estudios, y esto ha sido lo que han descubierto.
Si naciste en primavera, ¡enhorabuena! Tienes unos registros altos de hipertimia, es decir, el optimismo general. Pero esto tiene un precio: los bebés que vinieron al mundo en primavera también son más susceptibles a la depresión clínica. De acuerdo con un estudio a gran escala en el que participaron cerca de 58.000 sujetos del Reino Unido en 2012, el nivel más alto de depresiones se observa en las personas nacidas en mayo, y el más bajo, en las que nacieron en noviembre.
Otoño: las personas nacidas en esta época son bastante equilibradas. Ya sea por los abundantes nutrientes disponibles en la época de la cosecha o por el hecho de que las largas noches y las enfermedades estacionales del invierno todavía no han llegado, las personas nacidas en otoño disfrutan de bajos niveles de depresión y son poco propensos al trastorno bipolar. Sin embargo, tienen tendencia a la irritabilidad.
Invierno: aquí las cosas vuelven a ponerse difíciles. Entre los retos a los que se enfrentan las personas nacidas en invierno están unos niveles más altos de esquizofrenia, trastorno bipolar, SAD y depresión. No obstante, tienen una ventaja: los que vinieron al mundo en invierno son menos irritables y más creativos e imaginativos, según el artículo, que lanza un mensaje de esperanza para los nacidos en esta estación.