"La posibilidad de que nuestro gremio exista en la legalidad quedó truncada con el fallo de la la Corte, según la cual la Constitución vigente no permite la sindicalización policial. En la actualidad estamos funcionando de hecho. En nuestra opinión es un fallo desacertado y nos coarta la posibilidad futura de funcionar como un sindicato", dijo a Sputnik Nicolás Masi, secretario general del exsindicato policial de Buenos Aires (Sipoba).
Agregó además que el beneficio social de tener una Policía "democratizada" defendería mejor los intereses del pueblo y los derechos humanos. "Los sindicatos son los motores de la democracia. Donde no hay libertad sindical va a haber problemas", indicó.
Masi, quien mantiene este reclamo desde 1989, señaló que en América Latina, los casos de fuerzas policiales sindicalizadas son escasos. "En Uruguay hay sindicato de Policía desde mediados de los 2000 y fue el propio Estado quien lo promovió. En Brasil existen dos policías, la militar y la civil. La civil está sindicalizada y lleva armas y uniforme. La militar lo tiene prohibido por la Constitución. La gran mayoría de las Policías de la región están en la misma situación porque son militarizadas. Es el caso de Perú, Chile, Paraguay. Sudamérica no tiene un florecimiento de policías civiles", destacó.
"Desde mi organización si bien expresamos que un trabajador no puede renunciar a su derecho de huelga, contemplamos en nuestro estatuto una limitación a ese derecho hasta el punto de garantizar los servicios esenciales que se deben a la comunidad. Sostenemos, sin embargo, que no renunciamos a nuestro derecho de manifestación sin arma, sin uniforme y sin abandono de servicio", señaló Masi.
Más que la experiencia latinoamericana, desde el organismo que representa Masi toman como ejemplo la línea "europea" y "sajona". "EEUU, Canadá, Australia e Inglaterra, todos ellos tienen fuerzas de seguridad policíacas sindicalizadas. Esos son los casos que miramos", concluyó.