Se trata concretamente de las balas de alta cavitación CAV-X, desarrolladas por la compañía noruega DSG Technology. Gracias a una punta especial y a un cuidadoso equilibrio, los proyectiles vuelan dentro de una burbuja de aire, lo que reduce la fricción bajo el agua.
Las balas están hechas de tungsteno, con un armazón de latón, y están diseñadas para ser disparadas desde toda clase de armas convencionales, reveló Kristian Aksnes, director de las Fuerzas de Operaciones Especiales de la compañía.
El producto fue lanzado a principios de año y diversas fuerzas militares internacionales ya lo han adquirido para ponerlo a prueba.
Según Aksnes, esta clase de proyectiles son útiles para equipos de operaciones especiales que realizan operaciones en zonas acuáticas. Según el director, EEUU ha mostrado interés en el producto.
Las balas CAV-X de gran calibre podrían ser de gran utilidad a la hora de realizar operaciones costeras y labores de eliminación de minas y torpedos. Además, según el director de la compañía, una bala de gran calibre lanzada desde un helicóptero podría potencialmente acabar con un submarino.