"Si Estados Unidos es demasiado imprudente para usar medidas militares, a partir de este día comenzará una guerra total", dijo.
Además, Han prometió que "seguiremos llevando a cabo ensayos de misiles con periodicidad semanal, mensual, anual".
A la vez el embajador adjunto norcoreano ante la ONU, Kim In-ryong, respondió a todos los países que piden a Corea del Norte poner fin a sus pruebas, que Pyongyang se reserva el derecho a nuevos ensayos nucleares.
Kim destacó que es EEUU el que "creó una situación peligrosa", en la que "una guerra nuclear puede comenzar en cualquier momento".
"Corea del Norte está lista para reaccionar a todos los planes militares de los norteamericanos", subrayó.
EEUU pierde la paciencia
Un día después de un lanzamiento fallido de Pyongyang, el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, llegó a Seúl para confirmar la disposición de Washington a adoptar "fuertes medidas punitivas" en el caso de nuevas provocaciones por parte de Corea del Norte.
Durante esa visita Pence acordó con el primer ministro surcoreano, Hwang Kyo-ahn, poner en marcha cuanto antes el sistema antimisiles THAAD para contrarrestar a las amenazas norcoreanas.
Más tarde la secretaria interina para asuntos del este de Asia y del Pacífico, Susan Thornton, reiteró que Washington no se quedará con brazos cruzados ante a las amenazas de Corea del Norte.
"El presidente (Donald Trump) fue muy claro respecto a que no aceptará que EEUU y sus aliados y socios en la región estén bajo amenaza de este régimen hostil y su programa nuclear y de misiles", dijo.
El mundo pide paz
"Llamamos a todas las partes a la contención en esta situación, hacemos un llamado a evitar acciones que puedan ser vistas como una provocación, abogamos por mantener los esfuerzos internacionales coordinados en el marco de los formatos existentes para solucionar el problema norcoreano", declaró este lunes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Un mensaje semejante lo envió el portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Lu Kang, abogando por un diálogo y consultas como la única vía para mantener la estabilidad en la península de Corea.
"Llamamos a las partes a evitar provocaciones y a trabajar en la distensión de la situación para que sea posible volver a las negociaciones y resolver el problema de manera debida, es decir de manera política", dijo.
Pero de momento Pyongyang hace caso omiso a las sanciones de la UE y del Consejo de Seguridad de la ONU, y sigue acelerando su programa nuclear y balístico, aumentando las tensiones en la región desde 2006.
Entre tanto, siguen suspendidas desde 2009 las negociaciones sobre la desnuclearización de la península coreana que las dos Coreas, China, Japón, EEUU y Rusia desarrollaron de 2003 a 2007.
