El caso de Duchamp […] me apasiona no por ser 'mejor' sino por ser único.
Octavio Paz, ensayista y poeta mexicano
Bajo ese nombre se ocultaba Marcel Duchamp (1887-1968), un artista francés que apenas sí tenía 30 años ese 9 de abril de 1917, fecha en la que presentó en el Centro de Exposiciones The Grand Central Palace de Nueva York, durante la primera exhibición pública de la Sociedad de Artistas Independientes, un mingitorio fabricado en porcelana blanca que rotó 90 grados respecto a su uso convencional y tituló 'Fuente'.
No era la primera vez que Duchamp tomaba un objeto cotidiano y lo transformaba en una 'obra de arte' por el simple arbitrio de su voluntad. Lo había materializado, entre otras creaciones, en 1913 con una rueda de bicicleta que fijó sobre un taburete de cocina, y lo había reiterado con un escurridor de botellas hacia 1914 y una pala para quitar nieve que firmó y colgó del techo en 1915; pero fue su 'Fuente' la que se convirtió en el máximo exponente del objeto 'ya hecho' —ready-made, en inglés— con el que pretendía bajar al arte de su nicho sagrado.
La provocación interminable
La pieza de R. Mutt dejó perplejos a los integrantes del jurado de la exposición anual de la Sociedad de Artistas Independientes, quienes ignoraban que el autor de aquella provocación era uno de sus pariguales —Duchamp formaba parte del jurado—. Rechazaron mostrar la obra a pesar de que con solo pagar seis dólares cualquier persona tenía derecho a exponer: era la forma en la que aquellos artistas independientes pretendían, al igual que el francés, desacralizar la función consagratoria de museos y exposiciones.
Lo que sobrevino después en la historia del arte es un capítulo cargado de seducción y desprecio a partes iguales. Sin embargo, para quienes derivan de la polvareda estética levantada por Duchamp el lodazal de ciertas manifestaciones plásticas contemporáneas cabe señalar que las imposturas intelectuales no son exclusivas del arte y que no procede establecer relaciones reprobatorias de causa y efecto entre ambos fenómenos, de la misma forma que nadie condenaría a la Aritmética —derivación de las Matemáticas— por las aberraciones de la Numerología.
La 'Fuente' de la discordia
Se ha dicho que 'Fuente' es realmente una creación de Elsa von Freytag-Loringhoven, una poeta y pintora alemana conocida como 'la Baronesa Dadá' por el título nobiliario que heredó al enviudar y por sus excentricidades como creadora. La creencia parte de una carta de Duchamp a su hermana Suzanne, fechada el 11 de abril de 1917, en la que refiere que una de sus amigas "bajo un seudónimo masculino, Richard Mutt, me ha enviado un urinario de porcelana como si fuese una escultura".
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK