Más temprano el ministro turco de Exteriores, Mevlüt Cavusoglu, declaró que las tropas de su país están preparadas para entrar en el territorio de Irak para luchar contra los grupos terroristas, en particular, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
"El Gobierno de Irak no permitirá que Turquía o cualquier otro Estado realice operaciones militares en nuestra tierra, se trata de una postura clara y constante", afirmó Al Hadithi.
"En cuanto el territorio sea liberado y no haya allí combatientes de Daesh, tampoco habrá excusas para la presencia de las tropas turcas", indicó.
Las relaciones entre Bagdad y Ankara se deterioraron a finales de 2015 después que Turquía introdujera tropas en la región de Bashiqa, cerca de Mosul, bajo el pretexto de la lucha contra Daesh.
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El 7 de enero, el primer ministro de Irak, Haider al Abadi, anunció un acuerdo con su homólogo turco, Binali Yildirim, para la retirada de las tropas turcas de Bashiqa.
Desde julio de 2015 cuando se reanudó el conflicto armado entre Ankara y el PKK, catalogado por Turquía como organización terrorista, unos 900 militares y policías, así como más de 300 civiles turcos murieron por ataques kurdos.
En el mismo período, según el Estado mayor de Turquía, fueron eliminados unos 10.000 insurgentes kurdos.