"Estoy ansioso por esa declaración, será la primera oportunidad que tendré de saber cuál es la acusación contra mí y qué tipo de prueba tienen", dijo el exmandatario en una entrevista con la radio O Povo.
Da Silva aseguró que lo que único que hay en su contra es la "convicción" de que ha cometido un delito, pero no pruebas.
"Hasta ahora lo único que escuché es que no debo esperar pruebas: lo que ellos tienen contra mí es convicción", sostuvo.
El expresidente se refería así a las declaraciones de uno de los investigadores de la Operación Lava Jato, Deltan Dallagnol, quien el pasado mes de septiembre lo acusó de liderar la trama corrupta de la estatal Petrobras, asegurando que aunque no tenía pruebas tenía la convicción de que así era, lo que desató una fuerte polémica.
El próximo 3 de mayo Da Silva deberá responder a las preguntas del juez Moro sobre la acusación de corrupción relacionada con un apartamento en el municipio Guarujá (estado de São Paulo, sur) que presuntamente habría recibido de la constructora OAS como una forma de soborno.
El exmandatario, que niega las acusaciones y repite que no hay una sola prueba que le implique, remarcó que ya investigaron todas sus cuentas bancarias y hasta pincharon conversaciones telefónicas privadas sin encontrar nada.
"Sinceramente no sé dónde está el límite para invadir mi vida", lamentó.
El líder del izquierdista Partido de los Trabajadores, dijo estar "muy tranquilo", y aseguró que "quiere la más pura verdad sobre los hechos".
"Quiero responder a las preguntas de Moro; lo único que no vale es decir que tienen convicción: "prueba" significa documento, una cosa escrita, una cuenta bancaria", subrayó.
Da Silva afirmó que el magistrado "tiene un papel importante en la historia del país", pero criticó que a él se le haya juzgado mediáticamente gracias a una especie de pacto con la prensa para destruir su imagen pública, antes siquiera de ser llamado por la justicia.
El interrogatorio del próximo 3 de mayo será la segunda ocasión en que el exmandatario responde a Moro; ya lo hizo en noviembre del año pasado cuando testificó en el proceso contra el expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha.
Además de las acusaciones relacionadas directamente con la operación Lava Jato –y que comanda el juez Moro—Da Silva también respondió hace unas semanas a otro juez en Brasilia, que le investiga por presunta obstrucción de la Justicia.
En este caso está acusado de maniobrar para evitar que uno de los directivos de Petrobras, Néstor Cerveró, hablara y aportara a los investigadores detalles sobre la trama, cosa que él niega de forma rotunda.
"Eso es todo una mentira de Delcídio [Amaral, el exsenador que desveló estos supuesto intentos]", dijo Da Silva.
La Operación Lava Jato arrancó en marzo de 2014 y destapó el mayor escándalo de corrupción en la historia de Brasil; una trama de sobornos alrededor de Petrobras que en los últimos meses reveló prácticamente otra red corrupta paralela en Odebrecht, la mayor empresa de construcción e ingeniería de Brasil y una de las principales proveedoras de la petrolera.
