"China comparte frontera con Corea del Norte. Nosotros no. ¿Por qué, entonces, es nuestro problema a resolver?", se pregunta Bushanan en The American Conservative.
Mientras tanto, el experto plantea otro asunto importante, preguntándose ¿por qué Pyongyang se esfuerza tanto para construir un misil intercontinental?
"¿Acaso está loco Kim Jong-un? No, — sigue de inmediato la respuesta. — Está apuntando hacia nosotros porque tenemos el contingente de 28.500 de nuestros soldados en su frontera".
Washington está atado de pies y manos debido a sus numerosos compromisos ante sus aliados en diferentes rincones del mundo, y estos compromisos podrían costar al país norteamericano más que la inmensa cantidad de dinero que se despilfarra cada año en defensa por la Casa Blanca, mientras que sus aliados gozan de amplias garantías militares y siguen aumentando el superávit con EEUU.
"Cumpliendo con sus compromisos ante los países bálticos, desplegamos nuestras tropas junto a la frontera rusa. Previniendo que China anexione las disputadas rocas y arrecifes en el mar de China meridional, nuestra Armada se prepara para una guerra a fin de respaldar los reclamos territoriales de Tokio y Manila. Mientras tanto, nuestro aliados más ricos gastan en defensa menos y todos ellos gozan del superávit comercial a costa de EEUU", explica Pat Buchanan.
Pese a las afirmaciones de Trump de que EEUU no va a tolerar siempre tal situación, las élites estadounidenses no están dispuestas a dejar "el gran juego del imperio global", está convencido el autor.
"¿Cómo sería la verdadera política de 'América primero'? Debería restaurar a EEUU la libertad que gozaba durante los 150 años antes de la OTAN, de decidir cuándo, dónde y si nos metemos en una guerra", concluye el analista.