Este proyecto fue elaborado por una sucesión de servidores públicos y altos cargos militares en décadas pasadas. Los archivos secretos, que estaban escondidos en Londres, barajaban la posibilidad de hacer explotar el túnel del Canal de la Mancha con una bomba nuclear sin decírselo a los franceses.
Las bombas no nucleares no podrían destruir el túnel enteramente, mientras que una explosión atómica sería "100% efectiva" para asegurar un "colapso total irreversible, que comenzaría con la ruptura parcial del túnel, inundaciones y, finalmente, el colapso de una parte del pasaje subterráneo". En el momento del plan, el peligro que más quitaba el sueño a los británicos era el Ejército soviético.
Historia del proyecto
"El problema aquí es que, de acuerdo con los ingenieros del Channel Tunnel Group, el túnel quedaría prácticamente intacto tras una explosión incluso de magnitud muy grande, ya que la fuerza de la explosión se disiparía a lo largo del túnel", explicó en febrero de 1974 Michael Legge, alto cargo del Ministerio de Defensa.
No obstante, advirtió: "No estoy seguro de si poseemos un arma apropiada y si podemos producir alguna a un precio aceptable". Además, Legge se preguntaba si podría justificarse un gasto tan extravagante en una bomba nuclear, dado que, si los tanques de los Estados del Pacto de Varsovia llegaban hasta Calais, la guerra estaría perdida ya.
¿Y ahora?
El Ministerio de Defensa británico actual también fue contactado para recabar su opinión. Cuando se les preguntó si las opciones incluían una bomba nuclear para acabar con la obra de ingeniería, la respuesta fue una risa prolongada. Parecía genuina, subrayó el diario británico.