De acuerdo al también sindicalista y activista político, Occidente suele tachar de dictadores a los gobernantes quienes pretenden que sus Estados tengan "un mínimo de soberanía nacional" y se oponen a que "las grandes multinacionales" puedan conseguir sus recursos "a un precio muy bajo".
Esta fue una de las razones por las cuales se intervino en países como Irak, Libia o Siria, indicó nuestro interlocutor, al afirmar que se busca "expoliar sus recursos energéticos".
Asimismo, Occidente pretende "recuperar la supremacía" en esa zona del mundo, donde "una serie de Gobiernos" se atrevieron a aplicar políticas soberanas, sostuvo Abeledo Fernández.
Una de las muestras de que a Washington y sus aliados no les molestan los regímenes dictatoriales es su amistad con Arabia Saudí, país donde "una mujer puede ser violada por siete hombres y encarcelada por no haberse resistido lo suficiente" y donde "se decapita a personas todos los días".
Pero la enemiga es Siria, donde "hay escuelas mixtas" y "las mujeres no tienen que llevar un burka para taparse", entre otras muestras de respeto a derechos humanos, señaló el analista.
El activista político se mostró indignado por los instrumentos utilizados para acabar con el Gobierno de Bashar Asad. En este contexto, el experto se mostró convencido de que el Estado Islámico no es más que un arma que sirve a este fin, y no es casualidad que ese grupo yihadista siga actuando a pesar de toda la supuesta presión de potencias occidentales.
"Acabar con el Estado Islámico es sencillo: hay que dejar de venderle armas y comprarle petróleo", apuntó André Abeledo Fernández.
Pero en vez de ello, se echa polvo en los ojos de la comunidad internacional, contando mentiras sobre el sangriento régimen sirio, o el papel de Rusia en esa región.
De acuerdo al analista, encontrar la verdad requiere de muchos esfuerzos, porque la prensa dominante lo que está haciendo es desinformar. Es por ello que "la mayor parte del público" no sabe lo que ocurre realmente, concluyó André Abeledo Fernández.
