Se cree que el Daspletosaurus horneri —que así se llama la criatura—, descubierto por científicos de la Universidad Estatal de Luisiana, tenía grandes escamas planas en la cara y un hocico extremadamente sensible, que utilizaba para localizar a sus presas, proteger a sus crías, identificar el entorno e interactuar con otros dinosaurios.
Los gatos modernos, por ejemplo, tienen un mecanismo similar a los Daspletosaurus horneri: sus bigotes. En el caso de los felinos, sirven como elemento sensorial táctil. Los cocodrilos de hoy, por su parte, también poseen una función sensorial en sus hocicos para detectar las vibraciones en el agua, mientras que las aves migratorias utilizan este 'superpoder' para detectar campos magnéticos.
Los científicos consideraron que este dinosaurio podría haber usado el mecanismo también para explorar su entorno y vigilar a sus crías y huevos.
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Además, los expertos consideran que esta compleja red sensorial servía también para generar una sensación agradable durante el proceso de apareamiento.
