Entre estas organizaciones se encuentran los mayores fondos de inversión: GPFG (Noruega), Allianz (Alemania), AXA Group (Francia) y también RFF (Fundación de la Familia Rockefeller).
A partir de ahora, el modelo de negocio de esta comunidad se centrará en la transferencia de capitales, incluyendo acciones y bonos de las compañías de petróleo y carbón, a las empresas que generan energía alternativa o producen equipo no peligroso para el medio ambiente.
El principal promotor de esta idea es Bill McKibben, uno de los activistas medioambientales más conocidos en el mundo y fundador de 350.org. De acuerdo con los cálculos de McKibben, un aumento de la temperatura global de tan solo 2°C con respecto al nivel actual daría lugar a consecuencias irreversibles. En otras palabras, entre la humanidad y el apocalipsis solo media la liberación en la atmósfera de 565 gigatoneladas de dióxido de carbono.
No obstante, cabe recordar que los Rockefeller no siempre han prestado tanta atención al medio ambiente. Al abuelo de David Rockefeller, fallecido hace poco a los 101 años, se le conocía como el padre del negocio moderno del petróleo. John Rockefeller fundó la empresa Standard Oil, que luego se convirtió en la poderosísima Exxon Mobil.
Los que buscan el justo medio entre la protección de nuestro planeta y el uso necesario de la energía que proveen los hidrocarburos proponen pasar al uso del gas natural en la medida de lo posible. Esta posición está promovida, por ejemplo, por la petrolera Shell.
Uno de los problemas de este combustible está en su precio que, desde hace tiempo, está ligado a las cotizaciones del petróleo. Esto no parece justo en las condiciones modernas, cuando el crudo está barato y su efecto negativo en la atmósfera está más que acreditado.
"Sin embargo, una cosa está clara: en la próxima década, el consumo mundial de petróleo no va a disminuir. Al contrario, podría aumentar debido a la aparición de nuevos usuarios de automóviles en la India y China. Estos países serán el motor del crecimiento de la demanda de la gasolina", asevera Pravosúdov.
En cuanto a las energías limpias, tampoco es solo cuestión de la protección de la salud de nuestra Tierra, asegura el experto. También están involucrados intereses financieros de ciertos países. Ahora, la hegemonía en el campo de la energía alternativa pertenece a Alemania. Los germanos intentan desarrollar una seguridad energética nacional, así como estimular una de las principales industrias del país.
Las #renovables superan al #carbón como la fuente de #energía más importante del mundo https://t.co/JvKRV1YypS
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 25 октября 2016 г.
"Con todo eso, algunos políticos influyentes creen sinceramente que están salvando a la humanidad de las terribles consecuencias del calentamiento climático," concluye el analista.