El blindado, denominado Bozena Riot New, es capaz de enfrentarse a un centenar de manifestantes. Su aspecto más característico es el 'escudo' antidisturbios extensible de 3,7 metros de altura y 3 toneladas de peso, que protege a los agentes de los cócteles Molotov improvisados y de las balas de calibre 7,62 mm.
En un momento oportuno, el vehículo puede levantar el escudo para dejar pasar a los policías. El mismo mecanismo se emplea también para elevar a los agentes según las necesidades tácticas.
Además, el Bozena Riot New puede estar dotado de un sistema de dispersión y cisterna de agua. En los peores casos, se podrá sustituir el agua por gas lacrimógeno.
Este no es el primer proyecto de la compañía eslovaca en el ámbito de los automóviles policiales. El antecesor del nuevo aparato, llamado simplemente Bozena Riot, es un vehículo no tripulado controlado a distancia. En él fue estrenado en su momento el concepto de 'escudo' extensible.
La página web de la empresa oferta también los vehículos Bozena 4 y Bozena 5, que son aparatos de desminado.