Según François Kalamba, presidente de la Asamblea Provincial de Kasai, los paramilitares, generalmente armados con machetes y rara vez con armas de fuego, robaron armamento y vehículos en el ataque.
El ataque se produjo después de ser publicados informes del Gobierno sobre una ola de rendiciones de combatientes en la vecina provincia de Kasai-Central. El Ministerio del Interior declaró que 400 combatientes se habían rendido esta semana en la provincia.
El medio señaló que los combatientes que actúan bajo el nombre de Kamuina Nsapu parecen operar de forma cada vez más independiente y sin una estructura de liderazgo clara. Algunos actos violentos recientes parecen estar relacionados con ajustes de cuentas étnicos.