"Asumimos y enfrentamos la actual situación de la protección de la infancia en nuestro país, proponiendo la necesaria diferenciación de dos funciones claramente distintas, que hasta hoy ha debido asumir el Sename", señaló la presidenta Michelle Bachelet al firmar el proyecto.
Estás dos nuevas instituciones pretenden hacerse cargo, "con capacidades más adecuadas", de la realidad que enfrentan los niños, niñas y jóvenes que hayan sido vulnerados en sus derechos o que hayan transgredido la ley.
El actual Sename fue objeto de duras críticas, tanto del oficialismo como de la oposición y de la sociedad civil por contar con escasos recursos y capacidad humana para la crucial labor que realiza.
En 2016, se reveló que más de 1.000 niños murieron bajo la tutela del Sename durante los últimos 11 años, la mayoría por negligencias y falta de cuidados.