Según explicó a Zona Violeta Marcela Bidondo —una artista plástica uruguaya que brinda talleres sobre esta herramienta- no tienen por qué ser circulares y ni siquiera tienen que ser en dos dimensiones.
"Mandala es una palabra de origen sánscrito que significa 'lo que contiene la esencia'. Hoy entendemos que va más allá de un simple cuadro, pintura o diseño. Tiene otro beneficio, que es representar la parte interna de la persona", dijo.
El beneficio más profundo de esta técnica, agregó, es que la persona vea esa información interior "y esto la haga crecer y superarse".
No obstante, aseguró que "solo con colorear" ya se producen beneficios, "como relajación, recentrado, armonización, equilibrio cerebral. Pintar mandalas logra que ambos hemisferios se equilibren y por eso genera ese estado perfecto de la persona cuando realiza la actividad".