Los números cantan: la victoria, aunque bastante ajustada, del gobernante Partido Popular para la Libertad y la Democracia (VVD) en Holanda, parece ser el reflejo del rédito obtenido por las fuerzas progresistas a raíz de este enfrentamiento con Turquía, que a su vez está sirviendo de plataforma de lanzamiento para formaciones progresistas de otros países europeos donde se avecinan comicios, y donde el euroescepticismo está subiendo como la espuma. Tales son los casos de Francia y Alemania.
Pero Turquía también puede sacar tajada: el 16 de abril tendrá lugar el referéndum constitucional que incluye reformas sustanciales en la administración del país. Prevé el cambio de un sistema parlamentario a uno presidencialista, la eliminación de la figura del primer ministro, la asunción por parte del presidente de todo el poder ejecutivo, entre otros.
Así lo entiende el periodista y analista internacional chileno, Pablo Jofre Leal, quien opina que este enfrentamiento entre Turquía y Holanda, que ya se extiende a varios países europeos, también favorece al país otomano, y en particular a su presidente, ya que "lo muestra como un defensor de la sociedad turca".
"Alguien que es capaz de decirle a la UE en su cara, con todo lo poderosa que es, que se comporta como los nazis, que sigue engañando a Turquía con respecto a su ingreso al bloque, con el que va a revisar sus relaciones y el tema relativo a los inmigrantes. Es decir, muestra a un gobernante turco que planta cara a los Gobiernos de la UE. Eso lo muestra ante una sociedad turca que ha vivido los últimos 15 años bajo un régimen bastante totalitario como un aspecto positivo", explica Pablo Jofre Leal.