Gracias a un moderno sistema de inteligencia artificial, el juguete sexual es capaz de hablar, 'sentir' y hasta 'tener orgasmos'. Sus tres modos de interacción permiten a la muñeca adoptar una postura romántica, familiar o sexual, informó Huffington Post.
Según su creador, Samantha fue diseñada para ser interactiva y "le gusta que la toquen". La muñeca responde de manera distinta a estímulos en diferentes partes de su cuerpo: sus manos, sus labios, sus senos, sus partes íntimas.
"El objetivo final del modo sexual [de la muñeca] es hacer que ella 'alcance un orgasmo'", explicó Santos.
Samantha, que todavía es un modelo único, está a la venta por unos 6600 dólares, detalló el medio.
